Jerusalén es ciudad santa, al mismo tiempo para
el cristianismo, el judaísmo y la fe musulmana.
Según los historiadores del cristianismo, en Jerusalén
vivió Jesucristo sus últimos días y allí transcurrió su camino hacia la
crucifixión. Precisamente en la ciudad de Jerusalén se encuentra la iglesia del
Santo Sepulcro construida sobre la que se considera tumba de Cristo.
Al mismo tiempo, para los judíos, Jerusalén (Yerushalaym
en lengua hebrea) es sagrada porque en ese lugar surgió su primer reino y allí
se encuentra el llamado Muro de las Lamentaciones, restos del famoso templo
levantado por Herodes el Grande, rey de Judea en tiempos pretéritos.
Jerusalén es también ciudad sagrada para quienes profesan
la fe en Alá (al-Quds en lengua árabe). Allí se encuentra la mezquita llamada
Cúpula de la Roca
que recuerda el lugar preciso desde donde, según la fe musulmana, ascendió el
profeta Mahoma al paraíso. Curiosamente, detrás del Muro de las Lamentaciones,
lugar sagrado del judaísmo, está la mezquita Al Aqsa, sagrada también, pero
para los musulmanes.
También resulta muy curioso que en una sencilla y pequeña
ciudad de nuestro planeta hayan ocurrido hechos y situaciones de intensa
emoción para los practicantes de tres creencias religiosas totalmente
diferentes y hasta opuestas.
Un poco de su historia
En 1947, la Asamblea General de la ONU emitió la Resolución 181 sobre la
división de Palestina en dos estados: uno judío y otro árabe. Según esa misma
resolución, Jerusalén sería ciudad independiente con estatuto internacional
especial y administrada por la
ONU.
Apenas un año más tarde, en 1948, Israel ocupó
militarmente la parte occidental de Jerusalén... y, en 1967, luego de la
llamada Guerra de los Seis Días, se adueñó de la parte oriental de la ciudad...
Esa historia turbulenta ha provocado que Jerusalén tenga
una característica geopolítica única a nivel internacional. Desde 1980,
Jerusalén es oficialmente la capital del estado de Israel... pero el pueblo
palestino reivindica la parte oriental de esa ciudad como capital de su futuro
estado.
Lo cierto es que desde el siglo I al XX de nuestra era,
los judíos, por diferentes motivos históricos dejaron de vivir en Palestina; en
cambio, más de 20 centurias ha habitado allí el pueblo palestino.
Ubicación geográfica.
Con alrededor de 600 mil habitantes, la ciudad de
Jerusalén se encuentra en la parte asiática de Eurasia. Sencillamente, y según
la ciencia geográfica, judíos, cristianos y musulmanes que habitan en Jerusalén
son, en primer lugar, euroasiáticos y la gran prensa internacional debía
llamarles, por lo menos, asiáticos. Algo que nunca ocurre en los noticieros de
los medios de comunicación. Recordemos que los habitantes europeos del gran
continente sometieron a pueblos asiáticos durante siglos y, claro está, subyace
una silenciosa omisión sobre la verdad geográfica de grandes países asiáticos y
la hermandad humana que existe, o debe existir entre sus habitantes. Como
Israel, por ejemplo, cuya capital intenta que sea toda el área de Jerusalén a
pesar de los nexos históricos, religiosos y políticos de los palestinos.
Conclusión
2 comentarios:
Buenisimo!!!
Excelente trabajo. Felicitaciones.
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